Un Webquest es una actividad enfocada a la investigación, en la que la información usada por los alumnos es, en su mayor parte, descargada del Web. Los WebQuest se diseñan para rentabilizar el tiempo del alumno, centrando la actividad en el uso de la información, más que en su búsqueda, y para apoyar la reflexión del alumno en los niveles de análisis, síntesis y evaluación. La idea de WebQuest fue desarrollada en 1995, en la Universidad Estatal de San Diego por Bernie Dodge junto con Tom March y la describió en Some Thoughts About WebQuests. Desde entonces se ha constituido en una de las técnicas principales de uso e integración de Internet en la escuela.
Se compone de seis partes esenciales: Introducción, Tarea, Proceso, Recursos, Evaluación y Conclusión.
1. Introducción: información al alumno sobre la tarea y motivación. Aquí se trata de explicar de la forma más clara posible los rasgos esenciales de la tarea y de motivar al alumno, de presentarle de forma atractiva el trabajo que va a iniciar.
2. Tarea: descripción del producto que finalmente resultará de la labor de investigación. Aunque no es completamente necesario que ese resultado se concrete en un sitio, lo ideal es que los alumnos que investigan en Internet creen producciones susceptibles de ser vistas en la red (sitios web) o al menos incorporen el uso de las TIC
3. Proceso: descripción lo más breve y clara posible de los pasos que hay que dar para realizar la tarea. Aquí es clave la asignación de tareas y roles a cada grupo de alumnos, diferenciar tareas dentro de los grupos, aclarar totalmente los medios tecnológicos que se van a utilizar…
Aunque es muy importante que el profesor tenga un proyecto claro, hay que ser muy flexible y dejarse aconsejar a menudo por los alumnos. No importa que el resultado de la webquest no se adecue perfectamente a lo previsto, siempre que los alumnos estén cómodos en los roles y tareas que van a desempeñar o en los medios técnicos que van a usar.
4. Recursos: selección de los recursos de Internet que se van a utilizar. Dependiendo de la edad y la desenvoltura de los alumnos, se guiará más o menos esta selección: a los alumnos más jóvenes habrá que indicarles de forma muy concreta dónde, en qué sitio web, en qué página o parte de página…, mientras que a alumnos más mayores se les podrá dar más libertad de investigación dentro de unas directrices muy claras. La selección de buenos recursos es un elemento clave para el éxito de una webquest.
5. Evaluación: información para los alumnos sobre cómo será evaluado su trabajo.
6. Conclusión: resumen y punto final de la webquest. Aquí se trata de extraer alguna idea clave y motivar para posteriores investigaciones. El profesor debe plantear cuestiones que puedan suscitar o un debate o una nueva investigación. Lo ideal sería que los alumnos propusieran nuevas webquests a realizar.
7. Algunas webquests concluyen con una serie de consejos para el profesor.
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